El registro y análisis de fósiles permite evidenciar las relaciones evolutivas entre organismos y la formación de nuevas especies con el tiempo.

Los fósiles son restos orgánicos que pueden ser estructuras duras como: huesos, dientes, conchas, semillas y esporas. Así como impresiones de hojas y tallos de las plantas, o incluso huellas de animales que quedaron en el lodo que posteriormente se endurecieron. Los coprolitos (heces fosilizadas) a menudo contienen residuos de las especies que constituían la dieta de los animales antiguos.

En la secuencia se presenta cómo se lleva a cabo el proceso de “fosilización”:

A) El organismo muere y B) queda enterrado por sedimentos. 

 C) En algunos casos, los minerales reemplazan la materia orgánica, hasta endurecerse y convertirse en roca junto con los sedimentos.

D) En otros, el organismo se desintegra y deja una impresión de su propio cuerpo.

Secuencia de imágenes 9, 10, 11 y 12. Proceso de fosilización. Recuperado de Universidad Nacional Autónoma de México, (2017)